Tres razones por las que el biocontrol está desarrollando una agricultura sostenible y rentable
Los pesticidas están perdiendo el favor de consumidores y reguladores por igual. Nunca ha habido una necesidad más clara de mantener la salud de las plantas y los cultivos de una manera que sea sostenible y mantenga el equilibrio del ecosistema agrícola bajo control.
Ahí es donde entra el biocontrol. Una solución natural, el biocontrol es una alternativa a los pesticidas químicos que está ganando terreno año tras año: para 2025, se estima que el mercado tendrá un valor de 10 mil millones de dólares. Pero, ¿qué está impulsando este crecimiento y por qué deberían tomar nota las empresas que se enfocan en las industrias agrícola, alimentaria y afines?
¿Qué es el biocontrol?
El control biológico utiliza organismos vivos o sustancias naturales para controlar plagas como insectos, malas hierbas y enfermedades. Definidos por la International Biocontrol Manufacturers Association (IBMA) como "herramientas que se originan en la naturaleza o son idénticas a la naturaleza cuando se sintetizan", los métodos de biocontrol "generalmente tienen un bajo impacto en la salud humana y el medio ambiente".
¿Cómo funciona el biocontrol?
Hay tres tipos principales de biocontrol:
- Importación o clásica: la introducción de los enemigos naturales de una plaga, incluidos depredadores, parasitoides, patógenos y competidores, en un hábitat donde no se encuentran de forma natural.
- Aumento: aumentar las poblaciones de enemigos naturales a través de lanzamientos escalonados de bajo nivel para fomentar la reproducción y establecer un control a largo plazo.
- Conservación: conservar los enemigos naturales existentes, por ejemplo, implementar sistemas de cultivo o manipulación del hábitat que favorezcan una propagación más rápida del enemigo natural.
¿Qué está impulsando el crecimiento del mercado de biocontrol?
La importancia de la sostenibilidad
No hay duda de que la industria agrícola está bajo una presión cada vez mayor para implementar prácticas sostenibles. El impacto de los pesticidas químicos en la biodiversidad es un área particular de preocupación, ya que no siempre alcanzan a las especies objetivo, sino que contaminan el aire, el agua o el suelo.
Esto puede amenazar a las especies en peligro de extinción, en particular a los polinizadores, que desempeñan un papel vital en los ecosistemas que sustentan la vida humana. Un estudio de 2021 que examinó 380 pesticidas estadounidenses entre 1992 y 2016 encontró que, a pesar de una reducción del 40 % en la cantidad de pesticidas utilizados, los niveles de toxicidad para los invertebrados aumentaron. Para las abejas y otros polinizadores, el impacto tóxico se duplicó en la última década.
A medida que se cuestiona la sustentabilidad de los pesticidas, tales estudios contradicen la creencia de que su impacto ambiental está disminuyendo debido a la disminución del uso y apuntan a la necesidad de soluciones más ecológicas.
Crecientes problemas de salud
Otro factor que impulsa el control natural de plagas es que la población mundial se vuelve cada vez más consciente de la salud. En 2021, el 75% de los consumidores globales intentaban comer de manera más saludable. Esto incluye un deseo predominante por los alimentos que son naturales, como los productos orgánicos, y un rechazo a los pesticidas químicos, de los cuales se pueden encontrar rastros en los humanos debido al uso creciente en las últimas décadas.
Esto es particularmente prominente en los EE. UU., que permite el uso de 70 pesticidas químicos que están prohibidos en la UE. Las investigaciones muestran que el porcentaje de estadounidenses con niveles detectables de glifosato en el cuerpo aumentó del 12 % en la década de 1970 al 70 % en 2014. Mientras tanto, otro estudio demuestra que cambiar a una dieta orgánica reduce los niveles de glifosato en un 70 % en solo seis días.
Como resultado de los riesgos percibidos asociados con esta exposición, los consumidores exigen una mayor transparencia y que se haga más para reducir los pesticidas en nuestros alimentos. En el Reino Unido, por ejemplo, Pesticide Action Network afirma que los minoristas no son transparentes sobre el uso de pesticidas en las cadenas de suministro globales y que no hacen lo suficiente para ayudar a los agricultores a adoptar un control de plagas no químico. Esta demanda se ha visto exacerbada por el COVID-19, con un 70 % de los consumidores más atentos a las afirmaciones "naturales", lo que brinda una oportunidad importante para el control natural de plagas.
Viabilidad a largo plazo
Los pesticidas químicos están igualmente bajo una regulación cada vez más estricta. En 2018, la UE emitió una prohibición parcial de algunos pesticidas comunes, aprobándolos solo para uso de emergencia. También existe la preocupación de que algunas plagas puedan volverse resistentes a los productos químicos con el tiempo, lo que hace que su uso futuro sea redundante. Estos factores combinados ponen en duda la viabilidad futura de los plaguicidas químicos y están impulsando el crecimiento de alternativas que garantizarán un sector agrícola sostenible y rentable.
Para los agricultores, esto requiere la necesidad de soluciones preparadas para el futuro que ofrezcan flexibilidad en la cosecha y la capacidad de ganarse la vida. Biocontrol presenta una alternativa más sustentable e igual de efectiva que los pesticidas químicos tradicionales. Un estudio realizado por The Farmer Scientist Network, por ejemplo, sugirió recientemente que las alternativas biológicas brindan rendimientos de trigo comparables a los pesticidas químicos. Además, las soluciones de control biológico suelen ser menos costosas y más rápidas de desarrollar que los ingredientes activos para la protección de cultivos basados en sustancias químicas, lo que significa que pueden resultar más rentables a largo plazo.
Biocontrol: una solución enfocada en el futuro
Los pesticidas químicos han demostrado ser efectivos durante muchas décadas, pero el control biológico tiene una historia igualmente larga en la preservación de la salud de las plantas: muchas de las técnicas que se utilizan hoy en día surgieron en el siglo XIX. Y si bien podemos aprender mucho del pasado, lo más importante es garantizar una agricultura sostenible para el futuro.
Biocontrol presenta una alternativa más saludable y sostenible que preserva la salud humana y vegetal a largo plazo. Por eso, Bioibérica ofrece soluciones sostenibles para superar el estrés de las plantas, aumentar el rendimiento de los cultivos y mejorar los parámetros de calidad, incluidos atrayentes biológicos formulados para minimizar el impacto de plagas como la mosca de la fruta.
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