Nuevo producto: CeraTrap®

CeraTrap^® es un atrayente alimenticio líquido que se presenta en 2 tipos de trampas: mosquero y botella. La nueva opción de la trampa botella ya viene cargada y lista para su uso, evitando la operación de rellenado del mosquero tradicional.

CeraTrap^® mosquero es el sistema que ha dado unos resultados más que consolidados y gracias a su diseño, específicamente creado para CeraTrap, se asegura el máximo poder de atracción.

Cera Trap ^® es una solución eficaz y ecológica contra la mosca de la fruta.

El modelo de utilidad patentado en España 'ready to use', CeraTrap^® Botella tiene ventajas añadidas en cuanto a facilidad de manejo y duración gracias al sistema de carga única y a su tapón brida para utilización directa en campo.

El sistema CeraTrap^® se ha presentado en varios simposiums y congresos de elevada reputación. Igualmente se ha hecho una importante labor de desarrollo de producto en campo haciendo ensayos de campo para optimización y tesis comparativas con los sistemas estándares de mercado.

Esta campaña celebra su tercer aniversario con resultados más que contrastados.

Cómo funciona

CeraTrap^® provoca la emisión continua y controlada de unos compuestos volátiles, primordialmente aminas y ácidos orgánicos, de elevado poder atrayente para los adultos de esta plaga, mayoritariamente para las hembras. Una vez las moscas entran en el mosquero mueren por ahogamiento en el líquido.

Modo de utilización y densidad trampeo

En los cultivos de frutales de hueso y parrales es conveniente instalarlos en el campo aproximadamente 45 días antes de la madurez comercial de la fruta o uva. Los mosqueros se instalarán a una densidad de entre 70 y 120 unidades por hectárea dependiendo del sistema CeraTrap^® utilizado (CeraTrap^® Botella y CeraTrap^® mosquero). La colocación se hace regularmente según el marco de plantación y, si se cree conveniente, en base al conocimiento de cada finca en particular se podrán reforzar determinados bordes por los que se sabe que son puntos de entrada de las moscas desde el exterior. La densidad de colocación varía en función de:

- Sistema utilizado.
- Tamaño de la finca trampeada (a mayor superficie menos n° mosqueros).
- Sensibilidad del cultivo (especie y variedad).

Ventajas 

- Solución ecológica al 100%; no contiene insecticida en su formulación, ni necesita de pastilla de insecticida (vapona) para su empleo eficaz.

- No deja residuos en los frutos; ausencia de plazo de seguridad.

- Gran selectividad; producto específico para capturas de la mosca de la fruta y respetuoso con la fauna útil.

- Excelente relación coste/eficacia; el sistema CeraTrap^® tiene un coste equiparable a los tratamientos intensivos con productos químicos.
Antecedentes

La mosca Mediterránea de la fruta, Ceratitis capitata es una de las plagas más dañinas en la agricultura a nivel mundial. Esta plaga es originaria de África Subsahariana y tiene un largo histórico de invasión. Actualmente, en la zona mediterránea, la mosca de la fruta es una de las plagas más difíciles de controlar. Es extremadamente ávida de fuente proteínica, tiene un elevado número de descendientes en cada generación y su ataque se da en tiempo de cosecha. Los daños en la fruta son producidos por la picadura de la hembra formándose a su alrededor una mancha amarilla si es sobre naranjas y mandarinas y de color castaño si se trata de melocotones. Cuando la larva se alimenta de la pulpa favorece los procesos de oxidación y maduración prematura de la fruta originando una pudrición del fruto que queda inservible para el mercado. Si se envasan frutos picados, con larvas en fase inicial de desarrollo, se produce su evolución durante el transporte.

Los principales daños se suelen producir en las variedades más precoces de mandarinas y naranjas.

Varias técnicas de control han sido desarrolladas así como el trampeo masivo, liberación de machos estériles o productos repelentes para poder controlar esta plaga con el mínimo residuo en pesticida. Su principal problema es la necesidad de insecticida y manejo.

La tendencia es implantar sistemas de control que aseguren una calidad de los productos para comercializar con los mínimos daños en parcela y sin residuos de pesticidas en fruto.