Las infestaciones de nemátodos tienen una creciente importancia debido a la desaparición de los desinfectantes químicos convencionales. Estos habitantes de los suelos atacan a las raíces, con deformaciones y agallas, pero sus síntomas son muy visibles en la parte aérea del vegetal: marchitamiento, amarillamiento, pérdidas de vigor, pudrición.
Destacan especialmente también las infecciones producidas por hongos, bacterias o virus. La virulencia de estos agentes infecciosos viene determinada en buena medida por la resistencia que sea capaz de ofrecer la planta y por las condiciones en que se encuentre.